_Trabajar desde casa: 7 formas de sacarle el máximo partido
Actualmente Internet está plagado de artículos que cuentan cómo trabajar desde casa de forma productiva. Si bien es cierto que nos podemos ahorrar el trayecto a la oficina, teletrabajar también tiene una serie de desventajas, como la soledad, sentirse atrapado en casa o, incluso, un menor rendimiento.
Existen algunos consejos evidentes sobre cómo hacerlo lo mejor posible que pasan por no trabajar en la cama, seguir una rutina y mantenerse activo.
Pero también hay otros trucos para aumentar la productividad no tan evidentes, arraigados en la filosofía antigua y en razonamientos menos conocidos, que merece la pena conocer. A continuación, le presentamos una pequeña guía sobre cómo trabajar desde casa (y no volverse loco en el intento).
Los hábitos más lógicos para trabajar desde casa de forma productiva
Separe la vida laboral de la personal
Todo se podría resumir en una única frase: ¡levántese de la cama! Estará tentado de poner el despertador 5 minutos antes de que empiece su jornada laboral, encender el portátil en la cama y empezar el día rodeado de almohadas, pero se sentirá agobiado bastante antes que si decide levantarse en cuanto suene la alarma.
Establezca una oficina provisional lejos del dormitorio. Hemos visto fotos de tablas de planchar que hacen las veces de escritorio y de muebles bar abiertos para convertirse en puestos de trabajo, no hay límites para dejar volar la imaginación.
Una vez finalice la jornada laboral, asegúrese de desconectar. Si ha montado la oficina en la habitación contigua, por la noche caerá en la tentación de volver a revisar su trabajo, aunque sea de forma esporádica.
Sin embargo, no separar entre el trabajo y el tiempo libre puede ser agotador y acabar traduciéndose en una pérdida de productividad a largo plazo. Háganos caso, su cerebro necesita un respiro.
Siga una rutina
No abandone la rutina que tenía al levantarse cuando le tocaba ir a la oficina. Bueno, quizás no hace falta que se calce. No renuncie a su café matutino, desayune y vístase. Si consigue empezar con buen pie por la mañana, el resto de la jornada irá sobre ruedas.
Para ampliar este planteamiento, le invitamos a descubrir el libro My Morning Routine: How Successful People Start Every Day Inspired, donde Benjamin Stall y Michael Xander analizan los rituales matutinos de 300 personas de éxito.
Según afirman ambos autores, "No hay nada intrínsecamente especial en las personas que aparecen en nuestro libro; lo único que les hace destacar es su capacidad de mantener unos hábitos y unas rutinas que les permiten rendir al máximo nivel".
Estas rutinas incluyen una mezcla de ejercicio físico, limitar el uso de la tecnología al despertarse y practicar mindfulness. Encuentre algún plan que le funcione y sígalo a rajatabla.
Muévase todo lo que pueda
El estilo de vida sedentario desgasta nuestro cuerpo. Si teletrabaja sin un mobiliario de oficina adecuado (por ejemplo, con una tabla de planchar como escritorio), su postura podría resentirse y sus músculos podrían empezar a agarrotarse.
Intente hacer una pequeña pausa cada media hora para mover los hombros, estirar y, si se anima, realizar una serie de saltos.
Un cuerpo sano implica una mente sana, por lo que deshacerse de las tensiones corporales acumuladas a lo largo del día puede ayudarle a mantener la concentración.
Si es capaz de no distraerse al escuchar música, póngase algún clásico y deje que su cuerpo siga el ritmo; de esta forma, se moverá incluso estando sentado. Le recomendamos que pruebe con I Feel Love de Donna Summer.
Aproveche los beneficios de la biofilia
La biofilia es nuestra "tendencia innata a centrarnos en la vida y los procesos vitales". Nos atrae lo verde, los paisajes naturales y los animales, por este motivo hay tantos estudios sobre las ventajas del diseño biofílico.
Al incorporar los elementos de la naturaleza en el espacio de trabajo, puede mejorar su productividad, su felicidad y su salud física, algo que, sin lugar a dudas, le ayudará a aliviar la sensación de sentirse enjaulado.
La organización benéfica británica Mind ha señalado que esta práctica incluso permite reducir el estrés, mejorar la confianza e impulsar el autoestima. Puede ser tan sencillo como trabajar cerca de una ventana con mucha luz natural o decorar el despacho con alguna planta.
Manténgase en contacto a través de la tecnología
Uno de los factores que provoca que a la gente "se le caiga la casa encima" es sentirse muy aislado del mundo exterior. Aunque la tecnología sea una herramienta increíble que nos puede ayudar a acabar con esa sensación, las teleconferencias pueden resultar impersonales, estar cargadas de tareas y centradas solo en la toma de medidas.
Pasar a las videollamadas para tener reuniones más informales en las que realmente se puede poner al día con sus compañeros puede contribuir de manera considerable a combatir la soledad que implica trabajar desde casa.
Pregunte a su equipo qué tal está. Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos sentirnos conectados a un grupo más grande. Esta es una forma de imitar las pequeñas interacciones de las que disfrutaría con sus compañeros en una oficina compartida.
Los hábitos no tan evidentes para trabajar desde casa de forma productiva
No intente hacer más
Es posible que ya haya experimentado esa sensación de pánico cuando ve que está llegando al final de su jornada y cree que no ha hecho lo suficiente. Al trabajar desde casa, no puede pretender finalizar un gran proyecto en un solo día
No sea tan exigente consigo mismo. Aunque parezca ilógico, no se ponga objetivos demasiado ambiciosos ni fije una carga de trabajo poco realista porque lo único que conseguirá es sentirse poco productivo. Lo más probable es que esté sacando adelante la misma cantidad de trabajo que en la oficina.
Como reza la cita de Sócrates, filósofo de la Antigua Grecia: "Ten cuidado de caer en la improductividad de una vida ocupada". Céntrese en terminar con éxito un número reducido de tareas importantes en lugar de pensar en todo lo que debería hacer o de apresurase a seguir caóticamente con la larga lista de cosas pendientes para, al final, no terminar nada.
Entienda su "mente de mono"
En la oficina, su mayor distracción son esas "pequeñas charlas" con sus compañeros que terminan por convertirse en improvisadas reuniones infinitas e innecesarias que podrían haberse resuelto por correo electrónico. Pero en casa, cuando nos saturamos, lo que más nos distrae es nuestra propia mente.
Buda acuñó el término "mente de mono" para explicar cómo nuestra mente pasa de un pensamiento estresante a otro; "El pensamiento, la mente o la conciencia actúa como un mono que salta de rama en rama, balanceándose a través de los árboles".
Este fenómeno puede empezar con preocupaciones triviales como "¿Por qué no consigo concentrarme" o "¿Qué pasa si mi jefe piensa que no estoy haciendo nada?" y puede dar lugar a crisis existenciales como "¿He desperdiciado mi juventud?" o "¿Qué quiero hacer con mi vida?".
El truco consiste en aprender a observar cómo el mono salta de un árbol a otro sin aferrarse emocionalmente a las ramas a las que se agarra. Una buena forma de conseguirlo es a través de la meditación, que permite contemplar en silencio cómo los pensamientos van y vienen, sin emitir ningún tipo de juicio.
Poco a poco empezará a ser consciente de los estragos que este mono causa en su mente: comenzará a ver la situación como si estuviese frente a un cristal en un zoológico, en lugar de sentirla en su propio cuerpo. Como alternativa, puede optar por el ejercicio físico para canalizar la energía de su mente hacia el cuerpo y agotar a su mono interior.
Lo único constante en la vida es el cambio y el futuro siempre será incierto. Y lo único que está en su mano es hacer un esfuerzo consciente para aceptar las cosas como vengan, a la vez que cuida su cuerpo y su mente.