_Compradores de inmuebles prime y las fluctuaciones de la divisa
Ante la bajada generalizada de los tipos de interés en todo el mundo, cabría suponer un descenso de la inversión extranjera y del valor relativo de la divisa. Sin embargo, en un momento histórico sin precedentes en el que la mayoría de las economías avanzadas han registrado un recorte de los tipos de interés en más de una ocasión en las últimas semanas, la incertidumbre es total, por lo que resulta vital refugiarse en activos seguros, incluso para los inversores más experimentados.
¿Qué ocurre en momentos de crisis?
No es de extrañar que los inversores estén poniendo el punto de mira en divisas seguras como el dólar estadounidense, el franco suizo y el yen japonés. El dólar estadounidense se apreció un 12% respecto a la libra y un 3% frente al euro en comparación con la cotización del 31 de diciembre, fecha en que se registró el primer caso de COVID-19 en el mundo. Es inevitable que las empresas estén haciendo acopio de dólares para pagar su deuda y mantener su actividad.
¿Por qué es importante para los compradores de inmuebles prime?
Según Alasdair Pritchard de Knight Frank: “La apreciación del dólar en un 12% puede no suponer un gran ahorro para quien compra con esa divisa un inmueble en Londres por un importe inferior a un millón de libras. Sin embargo, si el inmueble cuesta 20 millones de libras, ese ahorro puede ser un factor determinante. Estos cambios pueden contribuir a atenuar los costes de las compras de inmuebles y a reducir en cierto modo los altos impuestos que deben pagar los compradores extranjeros en mercados como Hong Kong, Singapur y Vancouver".
Alasdair afirma: “En operaciones de venta en las que se manejan sumas muy cuantiosas, que llevan semanas o incluso meses negociándose, un movimiento de dos dígitos en la cotización de la divisa puede cambiar radicalmente la perspectiva del comprador”.
Gran atractivo de la libra esterlina
A consecuencia del coronavirus, la libra ha bajado cerca de un 12% en las dos últimas semanas, hasta registrar un mínimo de 1,15 USD el pasado 23 de marzo, su nivel más bajo desde 1985. Sería lógico suponer que esta debilidad se debe a la fortaleza del dólar, pero la libra también ha caído frente al yen y ha perdido aproximadamente un 6% frente al euro hasta marcar su nivel más bajo desde 2009, 1,07 EUR.
La depreciación de la libra, así como los tipos de interés en mínimos históricos —el tipo de interés para una hipoteca de tasa variable en Reino Unido se situó en el 0,8% a principios de esta semana— podría volver a centrar la atención en Londres y en el mercado inmobiliario británico en general, tal y como destaca mi compañero Tom Bill en un artículo escrito recientemente para el blog.
Los compradores internacionales no solo están siguiendo muy de cerca la libra esterlina, sino también el dólar australiano y el neozelandés, como podemos observar en las siguientes tablas.
El gráfico compara la utilización de diez denominaciones de divisa diferentes para comprar en ocho mercados de inmuebles residenciales prime, analizando las fluctuaciones del tipo de cambio tanto a un año como a cinco. Los datos solo tienen en cuenta las fluctuaciones del tipo de cambio y no la rentabilidad del precio de los inmuebles que, en ciertos casos, incrementará aún más el descuento. Como cabría esperar, debido a la vinculación del dólar de Hong Kong con el dólar estadounidense, los compradores de estos mercados están obteniendo rentabilidades similares.
Adam Ross de Knight Frank, que trabaja en nuestra oficina de Sídney, afirma que sus clientes internacionales han recuperado el interés por el mercado inmobiliario australiano. En cuanto a los compradores de la zona euro, el tipo de cambio AUD/EUR registra su nivel más favorable desde abril de 2009, y en el caso de los compradores de Hong Kong y Singapur, la cotización se sitúa en máximos históricos.
Ganadores y perdedores
¿Cuál es el siguiente paso?
Independientemente de que se produzca una recuperación en forma de V, U o L según el análisis de Flora Harley, los analistas predicen que gran parte de la fortaleza del dólar podría desvanecerse durante la segunda mitad de 2020 y disminuir así la ventaja de la que disfrutan actualmente las divisas vinculadas a esta moneda.