_En cifras: sostenibilidad en el mundo laboral post-Covid
Tras la crisis financiera de 2008, el 16% del total del gasto destinado a estimular la economía se dedicó a políticas ambientales en el Reino Unido. Se invirtió dinero en vehículos eléctricos, energías renovables e investigación - y las inversiones dieron sus frutos.
En un artículo para The Guardian, Fiona Harvey señalaba: “Tras la crisis económica, las inversiones verdes repartieron dividendos. El Coronavirus representa una oportunidad aún mayor”.
Así pues, no es de extrañar que los gobiernos estén empezando a adoptar medidas sostenibles. Berlín y Seúl están “reestructurando sus economías, dependientes ambas de los combustibles fósiles”, mientras que el primer ministro francés anunció a principios de septiembre un plan de recuperación para hacer frente a la crisis del coronavirus con un presupuesto de 89.000 millones de libras –un tercio se destinará a fomentar una economía más sostenible.
Pero el crecimiento de una economía verde no se encuentra exclusivamente en manos de gobiernos y empresas, sino que los consumidores también están empezando a tomar conciencia sobre este tema.
Cuando en una encuesta se preguntó a 17.149 consumidores cómo había cambiado el Covid-19 su opinión sobre la eliminación de los plásticos de un solo uso, la reducción de la huella de carbono y las empresas que apuestan por hábitos más sostenibles, el 56% afirmó que al menos una de esas tres iniciativas se había convertido en un asunto «mucho más importante» para ellos desde la pandemia.
Si no lo han hecho ya, las iniciativas de sostenibilidad están a punto de influir en todos los aspectos de nuestra forma de trabajar: desde cómo funcionan las empresas hasta el diseño y la eficiencia de las oficinas e incluso la forma en la que nos desplazamos para ir y volver del lugar de trabajo. A continuación, explicamos cómo.
La sostenibilidad en el mundo laboral post-Covid
Los gigantes corporativos están siguiendo los pasos de las startups sostenibles
Según los nuevos datos publicados por Tech Nation, las startups europeas ‘net zero’ (clasificadas como empresas que no tienen ningún impacto negativo en el medio ambiente) recaudaron el año pasado un total de 2,1 mil millones de libras de fondos de capital riesgo, lo que supone un incremento del 129% con respecto al año anterior, y demuestra la creciente relevancia de la sostenibilidad antes del Covid-19.
Pero aunque es probable que las startups flexibles hayan tomado la delantera hasta ahora, la pandemia ha obligado a los gigantes corporativos a acelerar el paso. Unilever anunció este mes que iba a destinar 1,2 mil millones de dólares a su programa “Clean Future”, cuyo objetivo es que los combustibles fósiles desaparezcan de sus productos de limpieza y se reemplacen por materiales reciclados y renovables de aquí a 2030.
Al mismo tiempo, PwC ha planteado cinco iniciativas sostenibles para aprovechar “la devastadora experiencia del Covid-19 como elemento catalizador para conseguir un cambio a mejor”, como por ejemplo impulsar nuestra transición hacia medios de transporte con bajas emisiones de carbono.
Tal y como señalaba Steven Jennings, socio de PwC: “Una de las consecuencias inesperadas de la crisis provocada por el coronavirus es la oportunidad de que las empresas reflexionen sobre el futuro. Si una empresa tiene que reinventarse, sería lógico reestructurar su forma de trabajar para ser más sostenible”.
En algunos casos, las grandes empresas se han asociado con startups innovadoras para aprovechar las tecnologías de vanguardia y lograr cambios a gran escala.
La agencia Reuters publicó recientemente un artículo titulado: ‘Corporate giants court climate startups in race to net-zero future’, en el cual se mencionaba la colaboración entre la startup canadiense de clean-tech, Genecis Bioindustries, y la multinacional francesa de servicios de alimentación, Sodexo, para convertir los residuos alimenticios en plástico biodegradable.
Según explicó Robert Celik, director de desarrollo y colaboraciones de Genecis Bioindustries: “Si las grandes empresas quieren marcar la diferencia, tendrán que colaborar con las startups”.
Los programas para favorecer el desplazamiento al trabajo en bicicleta (que ofrecen beneficios fiscales a los empleados por la compra de bicicletas y equipamiento) se han duplicado, lo cual demuestra que las empresas están muy interesadas en utilizar estas iniciativas para conseguir que los desplazamientos sean más sostenibles.
Los medios de transporte ecológicos atraen a nuevos clientes
Cuando Gavin Hudson trasladó su taller pop-up de reparación de bicicletas a un pub que estaba cerrado por ERTE en Crouch End, no se esperaba poder permitirse su propio local permanente tan pronto. Pero a medida que se aliviaron las medidas de confinamiento y las colas se volvieron una “absoluta locura”, un aumento de la demanda de reparaciones de bicicletas supuso que su negocio, Butternut Bikes, fuera uno de los muchos que se beneficiaron del “boom de la economía verde” durante la pandemia.
Mientras tanto, la empresa de transporte Lime ha ido atrayendo a nuevos clientes cada semana desde que las restricciones de movilidad se han relajado, y a medida que el Reino Unido avanza hacia la legalización de los scooters eléctricos. Actualmente, Lime gestiona el primer servicio de viaje compartido a gran escala en Reino Unido, que cuenta con hasta 500 scooters eléctricos en un proyecto piloto en Milton Keynes.
En julio, Alan Clarke, uno de los directores de Lime, señalaba: “Al fin y al cabo, el motivo principal por el que la gente no utiliza más la bicicleta o el scooter eléctrico o va andando, es porque en la mayoría de los casos, la infraestructura de la ciudad no favorece esos medios de transporte”.
Pocos días después, el primer ministro Boris Johnson propuso una iniciativa de 2 mil millones de libras para fomentar los desplazamientos en bicicleta y a pie con el objetivo de abordar algunos de los principales desafíos a los que nos enfrentamos. Esta iniciativa establecía unos estándares nuevos y más ambiciosos para mejorar las infraestructuras de bicicletas y garantizaba miles de kilómetros de nuevos carriles bici protegidos y cursos de ciclismo para todo el mundo.
Por otra parte, los programas para favorecer el desplazamiento al trabajo en bicicleta (que ofrecen beneficios fiscales a los empleados por la compra de bicicletas y equipamiento) se han duplicado, lo cual demuestra que las empresas están interesadas en utilizar estas iniciativas para conseguir que los desplazamientos sean más sostenibles.
Los edificios sostenibles dominarán el mercado de oficinas de la era post-Covid
En el informe de Knight Frank, ‘12 claves del lugar de trabajo tras el Covid-19’, Lee Elliott revela: “La crisis climática se encuentra en un momento crítico y el sector inmobiliario juega un papel importante a la hora de solucionarla. A diferencia del período posterior a la crisis económica de 2008, ahora no podemos permitirnos dejar de lado las consideraciones en materia de sostenibilidad.
Hay demasiado en juego y las empresas han arriesgado su reputación para marcar una diferencia. Los edificios verdes y sostenibles serán los que primen en el mercado de oficinas de la era post-Covid-19”.
Ya sea mitigando el impacto de una empresa en el medio ambiente al reducir los desplazamientos de los empleados, limitando los viajes de negocio, digitalizando procesos o centrándose en el diseño sostenible, la sostenibilidad es una prioridad de la agenda corporativa.
De hecho, según la ‘Encuesta sobre reocupación y reinvención del lugar de trabajo’ de Knight Frank, ya se ha empezado a reflejar en el sector empresarial. Al preguntarles sobre las repercusiones no económicas del Covid-19 en sus lugares de trabajo, el 53% de las empresas británicas consultadas afirmó que ahora se centran más en la sostenibilidad, mientras que el 21% señaló que buscarán oficinas más próximas al domicilio de los empleados.
Y es probable que nuestra reocupación sea mucho más respetuosa con el medio ambiente. “La ocupación media de las oficinas antes del Covid-19 era de aproximadamente un 40%, y los viernes ese porcentaje era mucho más bajo”, señala Amanda Lim, directora de Flexible Office Solutions de Knight Frank. “La pandemia podría inspirar un nuevo modelo de reocupación en el que unas políticas de trabajo flexibles y ágiles permitan que las oficinas se utilicen de manera mucho más eficiente, de tal forma que las empresas solo paguen el espacio y la energía que de verdad necesitan”.
Como expertos en el sector, le ayudamos a encontrar la oficina perfecta al mejor coste, independientemente del tamaño de su empresa. Consúltenos si desea iniciar su búsqueda (sin ningún coste) o eche un vistazo a las opciones disponibles.