_Inteligencia Artificial, el aliado para el compromiso verde del sector inmobiliario
Un artículo de Financial Times en 2019 resumía aquel año como el momento en el que las compañías habían comenzado a transitar hacia un capitalismo más “tierno”. Con esta expresión, el tabloide inglés quiso reflejar el nuevo marco mental al que se acercaban las organizaciones del país, que ponía fin a la doctrina establecida por Milton Friedman en la década de los 70, donde afirmaba que la única responsabilidad social de una empresa era repartir beneficios entre sus accionistas.
Desde aquel 2019 y hasta hoy, la visión empresarial ha sufrido un giro de 180º. Los avances impulsados por la sociedad civil y la desconfianza generada hacia las compañías en algunos momentos, ha obligado a que los inversores hayan tenido que repensar cuáles son los conceptos más elementales de sus empresas y cómo trasladar estos a la población.
"Los inversores han tenido que repensar cuáles son los conceptos más elementales de sus empresas y cómo trasladar estos a la población"
En este contexto los criterios ESG, que se refieren a los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo de las compañías, han cobrado mayor protagonismo en la mentalidad empresarial. No son conceptos nuevos, pero su aplicación sin duda es un proceso que va a llevar tiempo. Algunos empresarios se han limitado a distribuir alimentos más saludables en sus oficinas, mientras que otros han apostado por mejorar los salarios a los empleados que sigan formándose y apuesten por ser mejores.
Pero el objetivo más ambicioso entre los inversores inmobiliarios es sin duda la apuesta por mejorar la eficiencia energética de sus activos y poder reducir la huella de carbono. El 76% de inversores así lo reconoce expresamente en una encuesta que hemos elaborado en Knight Frank. Pero nuestras previsiones apuntan a que en los próximos años este compromiso se extenderá todavía más entre todos los empresarios del sector. En la actualidad, el parque inmobiliario construido es responsable de alrededor del 40% de las emisiones globales de carbono y el horizonte marcado por la Unión Europea es que esto deje de ser así en 2050. Para este año las instituciones quieren que ningún activo pueda emitir emisiones CO2 al planeta.
"El objetivo más ambicioso entre los inversores inmobiliarios es, sin duda, la apuesta por mejorar la eficiencia energética de sus activos y poder reducir la huella de carbono"
Este mensaje ha calado en el sector. Tanto que las principales compañías de este ámbito ya cuentan con equipos especializados en los objetivos ESG y más de un 40% reconoce incluso que esta área de trabajo supera las cinco personas.
La Inteligencia Artificial va a jugar un papel clave en este ambicioso reto. Aunque las existentes herramientas no son nuevas, en los últimos meses aplicaciones como Chat GPT y Bard han permitido que se democratice su uso, algo que va a contribuir a que se desarrolle la nueva mentalidad ‘verde’ de los inversores inmobiliarios.
"Las principales compañías del sector ya cuentan con equipos especializados en los objetivos ESG y más de un 40% reconoce incluso que esta área de trabajo supera las cinco personas"
Entre otras mejoras, la más destacada probablemente es que gracias a su empleo se puede optimizar la utilización de energía y la sostenibilidad de los inmuebles. A través de la incorporación de dispositivos a la gestión de edificios, la inteligencia artificial va a permitir poder analizar los datos de ocupación, consumo de energía, residuos y uso de agua. Una información útil que ayudará sin duda al ahorro, analizando patrones, identificando ineficiencias y sugiriendo medidas de eficiencia energética que redunden en una reducción de la huella de carbono.
Según diversas estimaciones, hasta el 90% de los datos que se generan a nivel mundial cada día no están estructurados y no son uniformes. Esto impide a inversores y entidades conocer de cerca cuáles son las rentabilidades que ofrecen sus nuevas inversiones, y si estas están o no alineadas con sus objetivos ESG. Es así como la Inteligencia Artificial también puede abrir nuevas direcciones en este sentido.
Es cierto que estas herramientas, en muchas ocasiones, reflejan opiniones que no son precisas y el tratamiento de los datos no están aún acordes con la legalidad existente. Sin embargo, la IA tiene usos claros y positivos que se irán abriendo paso de cara al regulador. Reducir la huella de carbono es el próximo reto que tiene el sector inmobiliario y la Inteligencia Artificial es un aliado en este camino.
Contenidos extraídos de nuestro informe Global Buyer Survey (2021), apartado de ESG, y del artículo de ESG and beyond: the big themes affecting investment in 2020, de Liam Bailey.
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