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_Iciar Mangas: «La Semana del Arte reafirma a Madrid como un gran activo cultural internacional»

La gestora cultural, directora de Mapping Culture, explora para Knight Frank las tendencias del arte contemporáneo
marzo 13, 2025

El eco de ARCOmadrid resuena entre el escaso silencio que se adivina al otro lado del teléfono. Es la paz tras el trasiego. El día de reflexión. O simplemente el de respiro, profundo, tras la ventana abierta al arte contemporáneo en Madrid.

Iciar Mangas es una de las mujeres más relevantes en el sector del arte contemporáneo: historiadora del arte, con más de 25 años de experiencia en el mundo del arte contemporáneo; gestora cultural, directora-fundadora de Mapping Culture –agencia cultural dedicada a la creación de la estrategia cultural y creativa de marcas e instituciones y al desarrollo de sus proyectos en este ámbito–; creadora de artMunity –una comunidad para entusiastas del arte que se convierte en nexo de unión entre galerías, coleccionistas, artistas y art lovers con visitas exclusivas por todo el mundo–; y, desde hace tres años, Head of VIP Development & Cultivation en Art Basel, la feria de arte más destacada en el panorama internacional. Calladamente, de manera discreta y prudente, se ha convertido en uno de los máximos exponentes del lujo silencioso en el mercado: sabe quién, cómo, dónde, cuándo… y sabe mover todas esas piezas para mapear con exquisitez la cultura.

Iciar atiende a Knight Frank en plena resaca de la ola ARCOmadrid, en la que ha participado activamente desarrollando el proyecto Casa Ecuador, una experiencia sensorial inmersiva pensada para difundir los paisajes, el arte y la cultura ecuatoriana en España, con curaduría de Pily Estrada.

En la imagen: Casa Ecuador 

Iciar insiste en que su trabajo es «desde Madrid para el mundo: somos globales y buscamos el desarrollo de los artistas en el ámbito internacional, pero ponemos el acento en lo local y muy especialmente en una ciudad como Madrid, cada vez más abierta al mundo. El arte necesita atraer público para que los artistas españoles se den a conocer fuera y esa es nuestra misión: desde la globalidad, en un momento en el que se puede trabajar en cualquier lugar, aproximar a los coleccionistas de otros países a Madrid para que conozcan el talento de nuestros artistas».

—Recién cerradas las puertas de ARCOmadrid, con un balance muy positivo que confirma una buena cifra de negocio y un incremento de la adquisición de obra por parte de instituciones públicas, ¿qué destacarías de esta cita.

—ARCOmadrid es toda una celebración del arte contemporáneo y de los artistas, porque hay que tener claro que sin los artistas no existiría el llamado Mundo del Arte. Diría que esta feria nos propone una reflexión sobre el ecosistema del arte: gracias a la extensa participación de galerías se puede conocer el panorama artístico español con detalle, pero también en el ámbito internacional, con galerías tan destacadas como la Neugerriemschneider de Berlín o la Galerie Krinzinger de Viena (entre otras), que además se ha alzado con el I Premio Juana de Aizpuru por su apoyo constante a la feria. En suma, esto permite que el visitante de la feria pueda descubrir tendencias y posturas del arte contemporáneo al detalle.

En la imagen: ARCOmadrid

—Desde tu perspectiva como gestora cultural, ¿qué papel juega la que ahora conocemos como Semana del Arte en Madrid?

—Todo empezó con ARCOmadrid hace ya 44 años, pero desde hace una década, en efecto, la actividad que genera esta feria ha ido mucho más allá y ha convertido la ciudad en un hervidero de arte contemporáneo, con otras ferias satélites y muchas otras propuestas relacionadas con el arte contemporáneo, como el desarrollo del distrito de Carabanchel, que está muy relacionado a los estudios y galerías de arte. Como sucede, por ejemplo, con la feria de Art Basel Miami Beach, se ha creado todo un hub en la ciudad que aporta al sector un gran dinamismo, con propuestas como Just Mad, Urvanity y otros muchos pop ups de arte contemporáneo que resultan sumamente interesantes.

Comisarios de instituciones nacionales e internacionales, junto a coleccionistas e inversores, se dan cita en Madrid durante esa semana. Esto pone de manifiesto la relevancia internacional de nuestra ciudad. Y no sólo eso: en la Semana del Arte Madrid se convierte en todo un escaparate de artistas que actualmente están exponiendo su obra en museos como el Reina Sofía con la muestra de Laia Estruch o la exposición de June Crespo en la galería Ehrhardt Florez, que hace un año fue expuesta en el Guggenheim de Bilbao.

Sin duda, esta ocasión es fundamental para darnos a conocer como ciudad puntera, abierta, comprometida con el talento y la creatividad españolas, y convierte a Madrid en el escaparate perfecto para los artistas.

En la imagen: June Crespo, Am I an Object, part III (2021), P/////AKT Amsterdam, vista general. Galería Ehrhardt Flórez

—Vivimos en un momento de clara disrupción en todos los ámbitos. ¿Cómo se refleja esto en el arte contemporáneo?

—Esta es una pregunta muy interesante. Los artistas son siempre contemporáneos y reflejan en su obra el momento histórico y social en el que viven. Son, de algún modo, filósofos visuales de la vida contemporánea y en su trabajo reflexionan sobre lo que ocurre a su alrededor, desde un punto de vista personal.

Está claro que vivimos un momento geopolíticamente complicado, en el que se suceden conflictos en muchas partes del mundo, y eso, por supuesto, tiene su trasposición en el arte contemporáneo.

En las obras encontramos distintas capas que nos ofrecen diferentes lecturas, en función del nivel en el que nos situemos: desde conflictos geopolíticos hasta desigualdades sociales o problemas personales del artista con los que el espectador puede sentirse identificado.

Por ahondar algo más, diría que en el arte contemporáneo encontramos dos grandes tendencias respecto a este momento disruptivo: la primera, la de aquellos artistas que utilizan las nuevas tecnologías en su obra y que avanzan hacia una nueva era protagonizada por el auge indiscutible de la inteligencia artificial; la segunda, el polo opuesto: la de los artistas que quieren despojarse de lo accesorio y van a la raíz de las cosas y de la propia expresión artística, por lo que vuelven a materiales como la cerámica o el textil.

Estamos, por tanto, ante una dualidad clara que, por otra parte, es una seña de identidad de los momentos de incertidumbre, como el presente.

"Los artistas son siempre contemporáneos y reflejan en su obra el momento histórico y social en el que viven. Son, de algún modo, filósofos visuales de la vida contemporánea."

—Ya que hablamos de incertidumbre, si nos referimos al plano económico, ¿podría considerarse el arte contemporáneo como un valor refugio para los inversores?

—Sí y no. Es muy importante diferenciar al coleccionista del inversor, porque sus puntos de vista son muy diferentes.

La tendencia que ve en el arte contemporáneo un asset apuesta por artistas consagrados o modernos que son un valor seguro. Y esto se refrenda cuando instituciones de prestigio avalan la obra del artista en cuestión. Esto es muy importante en el mercado y hay que tenerlo en cuenta a la hora de invertir.

En este sentido, hay que diferenciar muy bien la historia del arte del mercado del arte: cuando una obra se convierte en moneda de cambio es porque ha traspasado los límites del propio mercado y ha entrado, de algún modo, en la historia.

¿En qué punto quedan, entonces, los artistas jóvenes? Aquí entra otra valoración en juego, siempre teniendo en cuenta que cada persona que invierte en arte tiene un budget concreto. Está claro que apostar por un artista emergente siempre conlleva un riesgo menor, pero es muy importante en estos casos investigar bien su obra y su trayectoria, la galería que lo representa, cómo ésta lo posiciona en el ecosistema artístico global y, por supuesto, cómo evoluciona en cuanto al posicionamiento en colecciones e instituciones. Cada artista es un caso aparte y no se puede generalizar, pero, sin duda, hay que dedicarle tiempo y estudio a los artistas jóvenes. Es muy gratificante ser testigo de artistas que van creciendo y que, con un propósito claro, van trazando un legado histórico también.

Es así como vemos la evolución de un artista joven a un mid career y, finalmente, a un artista consagrado.

En la imagen: Blind. Hasta el 12 Abril 2025. Galería Sabrina Amrani, Calle Sallaberry 52, Madrid

—Para finalizar, Iciar, una vez concluida la Semana del Arte en Madrid cabe preguntarse cuáles son las tendencias en el arte contemporáneo que las distintas citas del sector han puesto sobre la mesa.

—Antes de nada quisiera hacer una reflexión sobre el momento en el que nos encontramos: todavía estamos a principios del siglo XXI y esta circunstancia, históricamente, se refleja en la necesidad de que el ser humano ‘encuentre su sitio’. Hay que hacer muchos ajustes en todos los ámbitos y el arte no es ajeno a ello.

Dicho esto, por un lado, como hablábamos antes, encontramos la dualidad entre nuevas tecnologías e IA y vuelta a los orígenes.

Por otra parte, destacaría también un posicionamiento cada vez más firme del Global South. Esto ya lo puso de manifiesto la Bienal de Venecia, con un protagonismo indiscutible de artistas de Oriente Medio, América Latina, Asia y África. Este Sur Global presenta una problemática completamente diferente a la que venimos viendo en artistas del Norte Global. La galería de Sabrina Amrani y la elección de sus artistas es un claro exponente de ello.

Finalmente, y muy relacionado con lo anterior, encontraríamos la tendencia que refleja a las minorías –y aquí podemos hablar de género, de comunidades indígenas,...–. Tenemos el ejemplo de Sandra Gamarra, la primera artista migrante que ha representado a España en la Bienal de Venecia, que ha reinterpretado obras históricas de Velázquez, Murillo o Zurbarán para reflexionar sobre el sesgo colonial del patrimonio español.

En definitiva, estamos ante un momento de toma de conciencia global que también tiene su espacio en el mundo del arte.

—Y de todo ello ha sido escaparate Madrid.

—La Semana del Arte ha vuelto a demostrar que Madrid es una ciudad abierta, internacional, comprometida con el arte y con el talento y, por ello, un activo indispensable en el mundo de la cultura y un gran atractivo mundial.

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