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_El lado amable de la productividad en oficinas

La cultura empresarial evoluciona y las firmas que ayudan a armonizar el trabajo con todo lo demás son las que salen ganando
agosto 13, 2018

Hasta hace poco, las oficinas han sido tradicionalmente espacios con una cultura muy alejada que recordará a cualquier espacio de actividad personal, en el que aquellas relativas al ocio, deporte, salud u otras necesidades cotidianas quedaban automáticamente desechadas. Sin embargo, está demostrado que esta cultura empresarial está cambiando y que las empresas que ayudan a armonizar el trabajo con todo lo demás son las ganadoras. 

Cada vez hay más grandes empresas y corporaciones que aprovechan su tamaño y recursos para ofrecer servicios de ocio complementarios inéditos hasta hace muy poco en nuestro país. Se trata de una forma de mejorar la calidad de vida de sus empleados y ofrecer, a su vez, un centro corporativo capaz de satisfacer las demandas de aquellos que trabajan en sus dependencias. Curiosamente, en la Escuela Superior de Diseño de Barcelona los trabajos sobre espacios de trabajo son cada vez más valorados y cotizados. 

No es un simple detalle decorativo o un rincón de juegos. El trabajo casi ocupa un tercio de nuestro tiempo y las empresas necesitan nuevos entornos. La tecnología debe facilitar el trabajo, no hipervincular al profesional a la empresa. 

Puede que eso nos lleve a solucionar uno de los grandes problemas laborales. “Retener el talento” no es fácil y las empresas deben crear una estrategia para  guardar la inversión que se ha realizado en formar equipos. Si a esto unimos que en muchos casos se cruzan tres generaciones en un mismo espacio de trabajo, la respuesta a las necesidades debe ser muy polivalentes. Ese espacio es también el más rentable para el inversor. 

Una relación de intercambio mutua que va, por tanto, más lejos de servicios como gimnasio y guardería que hemos visto en los últimos años, y que se extiende para crear una cultura corporativa completa, en el que el trabajo y las necesidades de la vida diaria son indisolubles y forman parte la una de la otra y en total armonía.

Existen diversas modalidades: empresas que ofrecen servicios y buscan socios en estas áreas, proponiendo suscripciones a una gama de servicios como actividades físicas (Gympass, asociada a empresas como Telefónica, P&G o Decathlon, que sería la más importante de ellas) o el cuidado de los niños. Dicho de otro modo: la guardería o el gimnasio te lo paga la empresa. Pero hay otras que los incorporan en sus instalaciones, como Facebook o Google. 

Algo inconcebible hasta hace unos años, y aun hoy todavía en boga en muchas empresas que corren el riesgo de quedarse atrás con una concepción de la vida laboral anticuada y obsoleta. Al fin y al cabo, el objetivo es que todos estén contentos, jefes y empleados, porque todos son parte de la misma estructura. Por eso se entiende el incremento del “cuarto espacio”. El éxito del “coworking” va más allá del ahorro de metros cuadrados. Más bien es una mejora en la sociabilidad y en el intercambio de ideas.

El trabajo, la conciliación familiar y ahora también el ocio va de la mano de empresas como Google y Facebook, que disponen de salas de juego y entretenimiento para sus empleados. También de otras no tan vinculadas a la informática, como ING Direct, que permite a sus empleados alquilar películas o libros. Las ideas fluyen mejor después de expandir la mente de otra manera, sobre todo si nuestro trabajo requiere creatividad. También se contempla la paternidad, con parques preparados para los más pequeños  y la educación de los pequeños. En este sentido, Repsol ha apostado por permitir trabajar desde casa a no pocos empleados, y Vodafone ha pisado el acelerador en cuanto a reducción de jornada para padres de hijos menores de ocho años, excedencias y permisos retribuidos a mujeres embarazadas. 

Estas opciones no deben ser exclusivas de las grandes empresas tecnológicas, que de alguna manera han aplicado desde su origen esta cultura corporativa, sino que deben expandirse poco a poco a todos los ámbitos posibles: la vida y los horarios laborales cambian, y es imprescindible ofrecer nuevas salidas y opciones que compensen y modelen los nuevos caminos de la conciliación laboral y personal. Banco Santander, por ejemplo, ha introducido en sus instalaciones la ciudad financiera todo tipo de servicios: pistas de pádel, piscina cubierta, gimnasio, campo de golf, centro médico propio, guardería…

Disponer de cafetería y un espacio para relacionarse con los compañeros es algo habitual. Y necesario: al fin y al cabo, la alimentación y los descansos son obligatorios para continuar el trabajo con competencia. ¿Qué mejor manera que evitar perder el tiempo que ofreciendo al empleado la posibilidad de tomar un café o un refresco sin salir de las dependencias de la empresa?

Mens sana in corpore sano

Como es también muy valorada la proliferación en oficinas de instalaciones que permiten estar en forma a los empleados. El bienestar físico es necesario para desarrollar todas nuestras competencias laborales, y el acercar el gimnasio al equipo de trabajo es una buena forma de asegurárselo. Por lo tanto, es importante proporcionar un equilibrio entre el trabajo y la vida saludable para los empleados. Espacios para fitness y relax; comedores orientados a una alimentación saludable; incluso fomentar la meditación que reduce la ansiedad, y aumenta la creatividad, como en el caso de la nueva sede de Renault en la zona norte de Madrid. 

Además, también ahorra tiempo, evitando desplazamientos innecesarios. Quizá un spa sería excesivo, pero… ¿por qué no? Complementar este programa con un buen seguro médico rozaría ya lo ideal. 

Tecnología como aliado de la nueva cultura de oficinas

Otro aspecto relevante es cómo la tecnología ayuda en la tarea de relajar, socializar y generar creatividad en el entorno laboral. Ello se debe a la llegada de nuevas generaciones al mercado laboral, lo que obliga a disponer de la mejor y más moderna tecnología. Están acostumbrados a estos avances, por lo tanto, una empresa capaz de aprovechar esa capacidad dispondría de una importante ventaja estratégica frente a las competidoras. Un espacio de oficina también es un espacio de inversión empresarial. 

Esta cultura corporativa que busca compaginar la vida laboral y personal convierte el espacio de trabajo en un entorno más social, que tiene su moneda de cambio con el acceso a la tecnología móvil y la conectividad total. Estar permanentemente conectados a internet ha provocado que nuestro tiempo de ocio y descanso se vea alterado por la actividad laboral. De la misma manera que los trabajadores accedemos a nuestros perfiles personales de redes sociales como WhatsApp, Facebook o Instagram, en periodo de vacaciones y descanso solemos consultar los perfiles de la empresa, el correo electrónico del trabajo y las aplicaciones propias de nuestra compañía. 

Encontrar el equilibrio en este nuevo escenario que entremezcla lo personal y laboral determinará nuestro éxito o fracaso en ambas facetas de la vida.