_La conciencia social y la preocupación por el entorno, cada vez más presente en la sociedad
Durante los últimos años hemos podido observar un incremento muy significativo en la tendencia al cuidado de la salud y una transición hacia hábitos de vida saludables, convirtiéndonos en consumidores cada día más exigentes en este aspecto. Esta preocupación por la salud y el bienestar se traduce en un mayor interés en conocer la procedencia de los alimentos y la calidad de los mismos, generando una serie de cambios muy relevantes en la oferta de restauración. La incorporación de los “superalimentos” en nuestras dietas, la búsqueda de experiencias impactantes más allá de la mera nutrición y la atención a los hábitos de alimentación, hacen que la oferta gastronómica sea crecientemente más variada y global.
La Cantina del Huerto de San Lucas en Chueca, Madrid, ofrece cocina ecológica sostenible basada en la calidad de los productos frescos de venta en su propio mercado
Por otra parte, la responsabilidad y la preocupación por el medio ambiente y el futuro del planeta ha generado que se implanten medidas estrictas en el uso de los plásticos y que el cumplimiento de las mismas sea un filtro fundamental para la generación millennial a la hora de seleccionar sus distribuidores de confianza. Según una reciente encuesta, más de un 60 por ciento de los jóvenes optan por las cajas sostenibles porque consideran que así benefician al medioambiente. Cada vez se presta más atención al envasado de los productos en los supermercados y a limitar la utilización del plástico, buscando poco a poco la sostenibilidad y el empleo de medidas ecológicas. Incluso algunos supermercados han incluido en sus servicios líneas de caja únicamente para cestas plastic-free.
El restaurante ecológico Mamá Campo se ha convertido en un referente de la comida bio en Madrid
Sin duda, las nuevas tecnologías forman parte fundamental del proceso de transformación de la cultura gastronómica, especialmente entre los millennials, una generación bien conocida por el uso de las redes sociales, siendo éstas a su vez el mejor canal de acceso a sus intereses. Este gran cambio cultural ha propiciado que las nuevas generaciones compartan experiencias e información y que seleccionen sus opciones de ocio a través de la oferta que se refleja en las redes. Un impacto que también se ha hecho sentir en el consumo de alimentación: hoy por hoy, aproximadamente el 56% de los millennials se consideran “foodies” y emplean el 44% de su presupuesto de alimentación en satisfacer su necesidad de vivir experiencias gastronómicas.
Debido a la nueva conciencia social y medioambiental de los millennials, la generación que se podría considerar más cambiante y próspera de la historia, es imprescindible que los retailers adapten y proyecten paulatinamente su imagen y valores con el objeto de captar la atención de este nuevo cliente moderno y exigente.
Para más información, no dude en contactar con Isabel Rodríguez-Legorburu, Retail Analyst.