_Madrid y el crecimiento consistente del sector residencial
Aunque los españoles puntuemos bajo en autoestima sobre nuestras cualidades y potencial, son innegables las muchas ventajas que presenta una ciudad como Madrid para un comprador internacional en busca de residencia o inversión. En primer lugar, la vivienda ofrece aquí los precios más competitivos de las grandes capitales de Europa y disfrutamos de fácil acceso a la financiación hipotecaria. Además, la ciudad cuenta con unas infraestructuras de transporte inigualables, unos servicios sanitarios de primer orden, niveles de seguridad sin parangón en Europa y unos centros educativos de primerísimo nivel; de hecho, según un ranking de Financial Times, nuestra ciudad dispone de tres de las mejores Business Schools del mundo. Todo ello sin mencionar factores menos tangibles vinculados al bienestar: los amplios espacios verdes, la cantidad de horas de luz al día, el equilibrio entre trabajo y vida privada, una oferta cultural, de ocio y gastronómica de primer orden… en definitiva, los factores económicos y la calidad de vida contribuyen a perfilar Madrid como una ‘mejor opción’ a la hora de invertir en residencial.
Y así lo reflejan las cifras de cierre de año en el mercado madrileño, que muestran una consolidación tras unos años de expansión. La provincia de Madrid lidera el número de viviendas iniciadas y terminadas siendo la región donde los precios por metro cuadrado han tenido un crecimiento medio de los más altos del país, tanto en vivienda de obra nueva como de segunda mano. Según últimos datos del Ministerio de Fomento, a tercer trimestre de 2019, el precio medio en España ha tenido un crecimiento interanual en vivienda libre del 3,1% y en Madrid esta cifra se sitúa en el 4,6%.
El mercado residencial prime de Madrid –esto es, la gama alta de vivienda de la capital-, continúa siendo uno de los más competitivos si lo comparamos con otras ciudades del mundo y los precios para este sector continúan aumentando. Según nuestro reciente informe Prime Global Cities Index, durante el último año el crecimiento ha sido de 4,2% con datos del tercer trimestre del 2019, ocupando la décima posición de todas las ciudades analizadas, con un precio medio de vivienda en este segmento de 8.400 euros/m². Nuestro pronóstico es que los precios continúen esta tendencia al alza de forma más moderada durante este año, siendo la tasa de crecimiento prevista para 2020 de alrededor de un 3% y manteniendo un crecimiento sostenido durante los próximos años.
Pero, ¿qué tendencias veremos en el mercado residencial madrileño? Desde hace ya más de 3 años se han desarrollado en la ciudad proyectos residenciales de primer orden, en sintonía con los de cualquier gran urbe global, siendo ésta ya una tendencia totalmente consolidada en este mercado. Las nuevas promociones de vivienda en Madrid –ya sea en el mercado ‘super prime’ de alto lujo, en el ‘prime’, de máximo nivel o en el ‘core’, esto es, viviendas más asequibles pero de alta calidad- continúan mejorando e incorporando prestaciones y avances, adquiriendo un atractivo especial para el comprador nacional e internacional. Subrayo “internacional” porque la creciente globalización del cliente es otro elemento a tener en cuenta: los últimos datos de la web de Knight Frank reflejan que las nacionalidades que muestran interés por los activos residenciales prime de la capital provienen de Latinoamérica, Estados Unidos, Emiratos Árabes, Inglaterra, Suiza, Francia o Bélgica.
Todos estos factores nos permiten vaticinar que la sostenibilidad y la eficiencia serán las principales tendencias que marcarán el mercado residencial en la capital, tanto para las obras de nueva planta, como para las rehabilitaciones del actual parque de viviendas prime. También se consolidará el uso de nuevos materiales no contaminantes y nuevos sistemas constructivos, que reducirán el impacto en el medioambiente y los dotarán de mayor autosuficiencia energética, en los casos más favorables llegando a crear edificios denominados de “impacto cero”.
La figura del arquitecto y, en su caso, del interiorista como valor añadido ya es influyente en la decisión de compra y cada vez lo será más. Cada desarrollo inmobiliario posee un factor intangible que aporta cada autor y que es denominado como “valor de diseño” que crea la diferencia entre una promoción de igual manera que otros factores determinantes como la localización, los materiales o el precio.
En definitiva, en Knight Frank creemos que, más allá de la incertidumbre que la inestabilidad política ha podido generar sobre todo en los compradores locales durante el año pasado, nos espera un 2020 dinamizado por un inversor internacional que no pierde de vista los muchos atractivos y valores añadidos que presenta el mercado residencial madrileño.
Para más información no dude en ponerse en contacto con Carlos Zamora.