_"Madrid respira cultura, gastronomía y creatividad y eso me inspira constantemente"

Por Noelia Jiménez

"Florece donde te planten". Estas cuatro palabras marcaron su vida. Las escuchó de su madre en su infancia, subida a una maleta, moviéndose por medio mundo, creciendo y, al mismo tiempo, con esa sensación de cierto vértigo que provoca el no poder echar raíces.

Y floreció. Vaya si lo hizo.

Como una peonía, femenina, bella, de apariencia delicada pero al mismo tiempo perenne, con la firme determinación de regresar cada año con más fuerza.

Como una camelia, elegante, fuerte, resistente en el frío y capaz de florecer en el desafío del invierno.

Como un girasol, siempre en busca de la luz. Vital, esperanzadora.

Y así es Johanna Von Müller-Klingspor, pura belleza, un imán de energía, color para el sabor, empuje para el alma. No extraña que, por segundo año consecutivo, Forbes la haya distinguido como una de las "50 mujeres latinas a seguir".

Nos atiende en la vorágine madrileña de septiembre, donde, parafraseando a Eugenio d’Ors, cada tarde o preparas un evento o te lo preparan. Y precisamente en esto, en organizar, recibir, crear experiencias en torno a las conexiones entre personas, es donde brilla, fragante y luminosa, nuestra invitada del mes.

—Austriaca de nacimiento, con raíces venezolanas, influencias estadounidenses e indonesias… y, desde hace más de 20 años, madrileña de pro. ¿Qué ingredientes tiene Madrid que alimentan tu alma?
Madrid es una ciudad llena de vida, de energía, de contrastes. Me alimenta su mezcla de tradición y modernidad, la calidez de su gente, su carácter acogedor y esa sensación de que siempre está pasando algo. Es una ciudad que respira cultura, gastronomía y creatividad, y eso me inspira constantemente.

—En esta ciudad has echado raíces, de algún modo, ya que has dado a luz exitosos proyectos gastro: Café Murillo, El Velázquez 17, Coolinaria y La Terraza del Campo del Moro. Desde el punto de vista empresarial, ¿qué posiciona a Madrid como lugar donde prosperan las ideas de negocio?
Madrid tiene una comunidad cosmopolita y abierta, con una energía empresarial muy potente. Es una ciudad que combina tradición con vanguardia, y eso facilita la innovación. Además, su ubicación y su dinamismo la convierten en un punto de encuentro perfecto para proyectos creativos y gastronómicos. La gente vive en la calle, disfruta de la vida, consumen fuera de casa y celebran, eso impulsa mucho el sector.

—Madrid es una gran ciudad y, al mismo tiempo, mantiene un carácter cercano y una personalidad acogedora. ¿Qué lugares representan mejor esta dualidad para ti?
Los jardines desconocidos del Campo del Moro son el ejemplo perfecto de cómo una gran ciudad se guarda rincones íntimos y acogedores. Y el barrio de Salamanca, con toda su vida y su movimiento, muestra esa parte vibrante y cosmopolita que también forma parte de Madrid.

—Tus proyectos tienen mucho de la propia personalidad madrileña: Velázquez como el artista que mejor pintó sus cielos y el Campo del Moro como ese gran jardín, pulmón del Palacio Real, que representa la grandeza, la historia y la elegancia del centro. ¿Cómo te inspira Madrid a la hora de desarrollar tus ideas?
Madrid me inspira a través de su historia, su arte y su gastronomía. Me gusta reinterpretar lo clásico con un toque actual, mantener la esencia pero siempre con un guiño contemporáneo. Es exactamente lo que hace Madrid todos los días: respetar su legado y, al mismo tiempo, reinventarse.

—Tradición y vanguardia son señas de identidad de ambas cocinas. ¿Qué significa para ti esta fusión?
Es lo que mejor representa mi trayectoria. Creo en el valor de la tradición, pero también en la necesidad de sorprender, de aportar frescura y creatividad. Esa fusión genera experiencias únicas y memorables. Comerte unas rabas pero con picante asiático, unos tequeños con membrillo, eso son mezclas que me encantan. Hay un plato estrella de El Campo del Moro que se llama "Madrid en un Plato” y es esa tradición revisitada en un formato de seis tapas representan Madrid.

—El Velázquez 17 destaca por su punto exótico y Campo del Moro, por su esencia madrileña. ¿Cuál es para ti el lugar más exótico de Madrid? ¿Y el más castizo?
El más exótico diría que es el Parque del Capricho, un lugar lleno de historia y sorpresas que parecen transportarte fuera de la ciudad. El más castizo, sin duda, la Plaza Mayor con todo lo que simboliza de la esencia madrileña.

—Si tuvieras que elegir sólo tres platos y un postre de ambos lugares para confeccionar tu menú perfecto, estos serían…
De El Velázquez 17: las berenjenas crujientes con hummus, miel y sal Maldon.
De El Campo del Moro: Madrid en un plato.
Y como postre, la pavlova de Coolinaria catering.

—Confiesas que en una buena mesa lo que no puede faltar es la energía de la anfitriona. ¿Sucede lo mismo en los negocios? ¿Cuál es esa energía tuya que todo lo convierte en wow?
Sí, absolutamente. Creo que mi energía está en contagiar entusiasmo y pasión. Soy muy detallista y me gusta crear experiencias que sorprendan y dejen huella. Eso marca la diferencia tanto en la mesa como en la empresa. Dejas un pedacito de ti en las cosas que haces, ese pedacito tiene que generar impacto. Me gusta la frase “Que nadie se aleje de ti sin irse mejor y más feliz”.

—Uno de tus últimos grandes proyectos ha sido el catering del Mad Cool Festival. ¿Qué tiene Madrid para ser tan cool?
¡¡TODO!! Madrid tiene esa mezcla de modernidad, diversidad y creatividad que la hace magnética. Es una ciudad que no tiene miedo a innovar y que sabe disfrutar de la vida, eso la hace única y muy cool. El cielo azul, el clima, la gente, el tamaño perfecto, es limpia, es abierta…yo amo Madrid, ¿se nota?

—Si Madrid fuese un plato, sabría a…
Unos buenos torreznos acipicantes, como el tiradito de torrezno de El Velázquez. Una base muy castiza, pero con un giro inesperado.

—Una mujer tan inquieta y emprendedora como tú siempre tiene la mente en ebullición. ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Seguir ampliando la propuesta gastronómica en mis restaurantes, consolidar la línea de catering de Coolinaria y explorar nuevos proyectos que aún no puedo contar.

—Madrid se ha posicionado como el place to be. Como empresaria y experta en comunicación y PR, ¿qué valores crees que transmite la ‘marca Madrid’ y que apuntalan su crecimiento?
"Marca Madrid" transmite autenticidad, creatividad y diversidad. Es una ciudad inclusiva, vibrante y que sabe poner en valor tanto su tradición como su vanguardia. Es ese equilibrio lo que la hace irresistible. Madrid es "entusiasmo por la vida".

—¿Qué significa para ti el éxito?
El éxito es poder vivir de lo que me apasiona, crear proyectos que emocionen a la gente y rodearme de equipos con talento y energía positiva.

TUS IMPRESCINDIBLES

• Una cafetería: La Terraza del Campo del Moro
• Una boutique de moda: Ekseption
• Un museo: Galería de las Colecciones Reales
• Una galería de arte: Travesía Cuatro
• Un rincón donde perderte: La sierra de Madrid
• Una librería: Librería Bardón

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